Ayer a la noche tuve la suerte de ver la película" El gran engaño" en TV 13, la vimos por casualidad, pues después de volver de una cena con los amigos nos quedamos hablando y por inercia, o porque nos apetecía ver algo entretenido... lo cierto es que al final nos pilló la intriga de la película.
Aunque no la vimos desde un principio la historia nos interesó: un vendedor principiante en New York se tenía que abrir paso asegurándose un mínimo de ventas, por lo menos un par de ellas para poder casarse e iniciar una nueva vida con su exhuberante esposa. Junto a él aparecía el mejor vendedor de la empresa, aquel que garantizaba los mejores negocios con el producto, una pieza de tecnología de desconocida utilidad. El novato que está a punto de casarse no consigue finalizar ninguna operación porque no conecta con ningún cliente. Parece como si actuase a drede, pero a su vez necesita realizar alguna venta para establecerse en su puesto y casarse. Entre llanto y llanto, el comprador veterano, Michel Keaton conoce a la futura esposa de su compañero, Brendan Fraser, y se queda prendado de ella. Entonces vemos como la bella Amber Valetta, atraída por la seguridad y firmeza del "superventas" inicia un romance con este, y engaña al que iba a ser su futuro esposo.
De repente, nos encontramos de bruces con la cruda realidad, el comercial desesperado porque no puede vender por falta de gancho se hunde en la miseria; en cambio, su compañero se acuesta con su futura mujer. Realmente es una situación cruel, los resultados son los que mandan, todo principio queda relegado a un segundo plano y el que no consigue colocar el producto no tiene derecho a una vida digna. Las expectativas laborales del novio se vienen abajo, es un auténtico desastre, y la novia parece que por fin encuentra a su pareja ideal: al que siempre quiso tener a su lado, al mejor de la empresa. Ella también es una víctima de la torpeza de su futuro marido, por ello le es infiel y deja que ahogue su fracaso en alcohol.
La película me pareció un duro alegato del mundo de las ventas, donde por encima de todo principio impera la ley del mercado: si vendes obtienes el beneficio que te permitirá una vida acomodada, si no te hundirás en la miseria. Pero en este caso la relación de los novios no muestra una verdadera intimidad, todo se focaliza en torno a Ted, el superventas, se muestra así una relación a tres en la que los roles están muy marcados. El espectador solo ve la relación de Ted " el superventas" con la empresa, con el novato y la mujer de este, ve como se mueve como un tiburón. Actúa como un verdadero desalmado, pero la nueva relación con Belisa le ablanda el corazón, comienza a ver la realidad de otro modo, los negocios ya no tinen interés, toda su vida la centra en ella, parece que es un tipo del todo o nada: ensimismado como está no le da importancia a que el novato le impida cerrar los acuerdos que permitían mantener la empresa a flote.
Al final las sospechas se cumplen, pues nos encontramos con una comedia agridulce que parte de un planteamiento muy inteligente, el del timo de la estampita. El timo del engañador engañado, como Toni Leblanc vendiendo el cupón falso mientra imita a un retrasado gangoso http://www.youtube.com/watch?v=cJnXMYy3Q2E. El vendedor novato trabaja para la competencia y engaña al superventas con la ayuda de una hermosa mujer que en realidad no es su esposa. El planteamiento me ha gustado, porque en la comedia se denuncia la competitividad sin principios a partir de un esquema simple. Como dice el refrán "quien roba al ladrón cien años de perdón", se retrata un modo de vida sin ninguna ética, donde cualquier principio de solidaridad queda relegado por el pelotazo y el beneficio rápido.
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